En las guerras se utiliza al pueblo inocente como el tablero de anotaciones que dicta el ganador. El más gente que mate, el más propiedad que destruya, ese será el ganador.
Mientras los malditos miserables que dirigen las masacres, se echan fresco en una piscina con toda la seguridad del mundo.
Las guerras son una de las mejores estrategias de la Re-Ingeniería Social para reducir la población mundial.