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Los Mitos de la Grasa del Pollo

  • Los Mitos de la Grasa del Pollo

    Por lo general no dicen muchos medios que antes de consumir el pollo le quites la poiel. Y debe ser una practica para aquellas personas que están bajando de peso. Pero que nos dicen sobre si esta grasa es recomendable para la salud o no?

    Según medio informativos en Internet, una buena alimentación es aquella que involucra nutrientes en cantidad y calidad adecuada además de hacer alguna actividad física. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, se recomienda una ingesta de 2.000 calorías aportadas en un 20% por proteínas, 30% por grasas y 50% por carbohidratos, y de esta forma ofrecer todas las vitaminas y minerales que requiere el cuerpo.

    La grasa que se origina de la piel del pollo es un tema que genera muchas dudas de si es buena o mala. Claudia Angarita Gómez, directora del Centro Colombiano de Nutrición Integral y asesora de la Federación Nacional de Avicultores, Fenavi, explica cuáles son los beneficios de esta grasa.

    El análisis bromatológico realizado en 2012 por cromatografía de gas para conocer el contenido de grasas que trae la carne con piel de pollo, demostró que el tipo de grasas que se encuentra en mayor proporción en el pollo son los ácidos grasos insaturados, conocidos como las grasas más benéficas para el organismo, los cuales están presentes gracias a los ácidos grasos monoinsaturados que ya contiene esta fuente de proteína. Estos ácidos llegan a ser hasta cinco veces más altos que los ácidos grasos poliinsaturados en las proporciones cocidas. En su orden de mayor a menor: alas, pierna, pernil y pechuga.

    El análisis de la experta asegura que los ácidos grasos saturados como los no saturados encontrados en la piel y carne del pollo no aumentan los niveles de colesterol en la sangre, de acuerdo con la evidencia científica existente.

    Dice ella que: “Cualquiera de las piezas de pollo y los diferentes métodos de cocción no contiene niveles significativos de grasas trans y son saludables para consumir. El pollo es una proteína de origen animal saludable porque tiene menos grasa, ayuda a proteger la salud del corazón, aporta vitaminas y minerales importantes para el ser humano y además, no tiene riesgos de aumentar el colesterol sanguíneo”, aclaró la especialista.

    Angarita resaltó que el 20% del colesterol sanguíneo en cada persona es consecuencia de la ingesta, mientras que el 80% restante está influenciado por condiciones endógenas del individuo como genética, menopausia y otros factores.

    Así mismo, la experta recomienda que es importante conocer y diferenciar las grasas que sí contribuyen a la alimentación del cuerpo como las que traen consecuencias a largo plazo.

    Fuente: Internet

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